FRIO Y SALUD

El aumento de la mortalidad en los meses de invierno se debe más a enfermedades cardiovasculares y respiratorias que a situaciones producidas directamente por frío extremo, como son la hipotermia (disminución de la temperatura corporal) y la congelación.

Además, existe un incremento sustancial de episodios de estas enfermedades crónicas. Las razones por las que esto sucede son complejas y multifactoriales y están fundamentalmente relacionadas con la inadecuada calefacción y aislamiento de las viviendas, las desigualdades sociales y una mayor incidencia en invierno de enfermedades infecciosas como la gripe.

Efectos de las bajas temperaturas en la salud de las personas

Efectos del frío en la salud

 

Efectos indirectos del frío son la aparición de trastornos mentales, como ansiedad y depresión; los incendios y las intoxicaciones por monóxido de carbono.

PERSONAS MÁS EXPUESTAS A SUFRIR LOS EFECTOS DEL FRÍO

Los grupos de población vulnerable a los efectos del frío son:

  • Las personas mayores. Por su edad, los mecanismos defensivos frente al frío (vasoconstricción, tiritona) suelen estar debilitados, lo que se relaciona con una percepción disminuida de los cambios de temperatura que impide una adecuada respuesta adaptativa.
  • Los recién nacidos y los lactantes. Su sistema de respuesta neurovascular todavía no está tan desarrollado como el de un niño o un adulto para luchar contra el frío. Además, no tienen una actividad física espontánea suficiente para poder entrar en calor y no pueden avisar cuando tienen frío.
  • Las personas con ciertas enfermedades crónicas, como insuficiencia respiratoria, asma, afecciones cardiovasculares, enfermedades neurológicas, diabetes, trastornos psiquiátricos, hipotiroidismo, adicciones.
  • Personas que toman medicamentos que pueden potenciar los síntomas ligados al frío al interferir con los mecanismos adaptativos del organismo, como son los vasodilatadores, depresores del SNC, relajantes musculares, etc.
  • Personas con movilidad reducida, desnutridas, con agotamiento físico, casos de intoxicación etílica.
  • Trabajadores al aire libre.
  • Personas que practican deportes al aire libre en zonas frías así como los montañeros, alpinistas, cazadores, etc.

Aunque la población más vulnerable la constituyen sobre todo las personas sin hogar, especialmente las que se encuentran en situación de calle; las personas con nivel socioeconómico bajo, quienes sufren “pobreza energética”, vivienda insalubre, etc., lo que les impide mantener una temperatura de confort en los hogares en los momentos más fríos del año. Y también los inmigrantes en situación de precariedad.

EFECTOS DEL FRÍO SOBRE LOS SERVICIOS SOCIO SANITARIOS

La evidencia científica muestra que, a medida que disminuyen las temperaturas, se produce un aumento en los ingresos hospitalarios por enfermedades cardiovasculares y respiratorias, sobre todo enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), asma e infecciones. De la misma forma, también aumentan las demandas en atención primaria.

La mayor mortalidad asociada al frío se produce durante la semana siguiente al descenso de la temperatura.

Además, los accidentes relacionados con el clima frío, como las caídas y otras lesiones, contribuyen a elevar el número de ingresos hospitalarios, lo que se traduce en un aumento de la demanda de camas y retrasos en las altas hospitalarias. Este hecho puede ser agravado por el absentismo laboral del personal sanitario debido a enfermedades relacionadas con las bajas temperaturas, como la gripe.

El aumento de los recursos sociosanitarios durante la época invernal contribuiría a reducir la morbimortalidad asociada a las bajas temperaturas.

RECOMENDACIONES PARA PREVENIR LOS EFECTOS DEL FRÍO SOBRE LA SALUD

  • Procure un buen aislamiento térmico de la vivienda evitando corrientes de aire y pérdidas de calor. Una temperatura de 20-22º C debe ser suficiente.
  • Evite quietud durante mucho tiempo. La actividad física genera calor y ayuda a combatir el frío.
  • Conviene tener en cuenta que varias capas de ropa fina protegen más que una sola gruesa, al formar cámaras de aire aislante entre ellas.
  • Tenga precaución con las estufas de leña y de gas para evitar riesgos de incendio o intoxicación por monóxido de carbono. Todos los años hay varios incidentes graves por este motivo.
  • Evite el consumo de alcohol. Aunque inicialmente produce una sensación de calor, al final se consigue el efecto contrario, pudiendo llegar a producir hipotermia.
  • Al salir a la calle, si se han producido heladas, las personas mayores deben extremar la precaución para evitar caídas que pueden producir fracturas de cadera o de otros huesos. Para saber más se pueden consultar los consejos para la prevención de accidentes y caídas en invierno.
  • Utilice prendas de abrigo resistentes al viento y a la humedad, prestando especial atención a la protección de cabeza, cuello, pies y manos.
  • Evite el agotamiento físico: en caso de tener que realizar un trabajo físico bajo el frío, debe hacerse con precaución, suavemente, procurando no agotarse, especialmente si se sufre alguna dolencia de tipo cardiorrespiratorio o hipertensión.
  • Respire por la nariz y no por la boca, ya que el aire se calienta al pasar por las fosas nasales y así disminuye el frío que llega a los pulmones.
  • Procure estar pendiente de las personas que puedan estar en situación de vulnerabilidad ante el frío. En caso necesario, contacte con el 112 o los servicios sociales de su Ayuntamiento o Centro de Salud.
  • Se recomienda la vacunación contra la gripe en personas mayores de 60 años y en las que padecen alguna enfermedad crónica (cardiopulmonar, metabólica e inmunodeprimidos). También puede ser necesaria la vacunación contra el neumococo, un microbio responsable de muchas neumonías. Consulte en su Centro de Salud

PLAN DE VIGILANCIA Y CONTROL DE LOS EFECTOS DEL FRÍO EN LA SALUD DE LA COMUNIDAD DE MADRID

Establece dos niveles de alerta ante el frío en función de la temperatura media de cuatro observatorios de la Agencia Española de Meteorología en la Comunidad.

El nivel 0 o de Normalidad se establece cuando las temperaturas mínimas previstas para los próximos tres días estén por encima o alcancen los 2 grados bajo cero.

El Nivel 1 o de Alerta se activa cuando la temperatura mínima prevista para al menos uno de los próximos tres días sea inferior a 2 grados bajo cero, momento en que se considera que hay un incremento del riesgo por ola de frío.

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